Llamadas molestas y deudas acumuladas: lo que la ley dice

Cómo contraemos deudas sin darnos cuenta

En la vida cotidiana, muchas personas contraen deudas sin darse cuenta. Tarjetas de crédito, préstamos personales, cuotas de electrodomésticos, servicios básicos y compras online generan obligaciones que, sumadas, pueden volverse difíciles de manejar. Gastos inesperados, emergencias médicas o simplemente la tentación de pagar a plazos hacen que las deudas se acumulen rápidamente. Para muchos, al recibir llamados insistentes de cobradores, la sensación de pérdida de control sobre su economía es inmediata y genera ansiedad.

La protección legal frente a deudas antiguas

Frente a estas situaciones, la ley uruguaya establece mecanismos de protección. El artículo 1216 del Código Civil establece que toda acción personal por deuda exigible se prescribe por diez años, contados desde que la deuda se vuelve exigible. Esto significa que, una vez transcurrido ese tiempo, el acreedor pierde el derecho de reclamar judicialmente la deuda. La prescripción, según el artículo 1188 del Código Civil, es un modo de extinguir los derechos ajenos: la acción se pierde por el no uso de ella en el tiempo señalado por la ley, y no se requiere título ni buena fe para que opere.

Prescripción extintiva: protección y seguridad jurídica

La prescripción extintiva protege al deudor y garantiza seguridad jurídica. Opera de pleno derecho, por lo que no es necesario presentar cartas de pago ni realizar gestiones formales. Incluso si los recibos de pago se extraviaron o no se obtuvo una carta de pago, la obligación puede considerarse extinguida legalmente una vez cumplido el plazo. Como explica la doctrina y los informes de la Asociación de Escribanos del Uruguay, la prescripción extingue tanto el derecho subjetivo del acreedor como la acción judicial para exigirlo.

Consecuencias prácticas para las deudas antiguas

En la práctica, esto significa que muchas de las llamadas que las personas reciben pueden carecer de fundamento legal. Por ejemplo, si alguien pagó un préstamo personal en cuotas y la primera cuota se volvió exigible hace más de diez años, cualquier intento de cobro judicial hoy no tendría respaldo legal. Lo mismo aplica para saldos de precio en compraventas antiguas: transcurrido el plazo de prescripción, la obligación se considera extinguida y el acreedor no puede exigir pagos adicionales.

Conceptos clave: acción personal y prescripción

El concepto de prescripción extintiva también se complementa con el de acción personal. Las deudas son relaciones obligatorias entre acreedor y deudor, y la acción personal permite reclamar judicialmente el cumplimiento de la obligación. Sin embargo, al operar la prescripción, la acción se extingue y no puede ejercerse más, protegiendo al deudor y asegurando que los derechos de cobro no se perpetúen indefinidamente.

Cómo manejar llamadas de cobradores

Conocer estos mecanismos es fundamental para manejar con tranquilidad los reclamos de cobradores y llamadas molestas. La ley permite que el deudor alegue la prescripción si la deuda ha prescrito y brinda certeza jurídica tanto al acreedor como al deudor. Así, aunque las deudas formen parte de la vida cotidiana y los cobradores sean insistentes, el tiempo y la normativa legal trabajan a favor de quienes cumplen con sus obligaciones o cuyos plazos ya han vencido.

Conclusión: equilibrio entre acreedores y deudores

En definitiva, la prescripción extintiva, regulada en los artículos 1188 y 1216 del Código Civil, constituye una herramienta de protección que limita la acción de los acreedores, da seguridad al deudor y establece un equilibrio entre las partes, asegurando que los derechos de cobro no se prolonguen indefinidamente y que los reclamos por deudas antiguas pierdan eficacia legal.